sábado, 5 de enero de 2008

De tapeo por Santiago

El Jueves por la tarde llegamos a Santiago de Compostela, aparcamos y casi sin pausa nos pusimos de camino a descubrir la ciudad. Al haber aparcado cerca de un camping a las afueras de la ciudad tuvimos que coger un autobús para recorrer unos 4 km hasta el centro. Una vez allí no tardamos en encontrar una oficina de turismo gracias a los letreritos que hay en el casco antiguo. Nos indicaron que visitar y a donde ir para comer y así lo hicimos. Fuimos hasta la catedral de Santiago y poco después ya estábamos buscando donde comer. Antes de ello, una llamada del En la rúa do Franco y en la rúa da Raiña se agrupan un buen número de pequeños restaurantes donde poder comer exquisito marisco.

Empezamos recorriendo estas dos calles con la idea de llegar hasta el final y así poder escoger el restaurante que más nos hubiera gustado y, aunque esto se convirtió en una dura prueba, lo conseguimos. Se hizo francamente duro el controlarse y no abandonar nuestra idea a la primera de cambio. Una vez empiezas a salivar no es nada sencillo el realizar este tipo de autocontrol, escaparates llenos de marisco y pescado y tentadores olores se interponían entre nosotros y el final de la calle. Cómo ya he dicho, conseguimos llegar hasta el final de la calle y fue allí donde conocimos una simpática pareja de madrileños. Aparentemente retirados, estos llevaban 40 años visitando Galicia. Nos aconsejaron tres restaurantes: o gato negro, el bispo y o 42. La idea era hacer una botellita de vino en cada uno de estos restaurantes y tres tapas. En el primero, o gato negro tomamos un albariño y cuatro tapas, aquí si que se nos fue la mano :). Pedimos almejas, mejillones, chocos en su tinta y zamburiñas. Todo buenísimo. En el segundo, en o 42, pedimos un ribeiro, unas navajas, un pulpo a la gallega, unos chipirones, ah y de primero un caldo gallego! En mejor a peor: el caldo, el pulpo, la navajas y muy pero que muy atrás los chipirones. Un chupito de crema de orujo para terminar y directos a la autocaravana a dormir.

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